Hace más de dos décadas atrás, la Tea Master mostró a México la cultura de la infusión originaria de China.

Si existe alguien a quien la industria del té en nuestro país debe el impulso a una nueva cultura –la correcta– de degustar la infusión milenaria, ella es Olivia Medina, pionera en México al emprender un negocio de la bebida surgida de la única planta original, la Camellia Sinensis.
Olivia Medina ha buscado impulsar la cultura del té, la cual comparte similitudes con la del café de especialidad, mediante la divulgación de su origen, variedades, catación y forma correcta de degustarlo, en medio de un mercado invadido de sobres que no necesariamente contienen verdadero té, sobre todo con ingredientes y sabores artificiales sin ninguna relación con la Camellia Sinensis. Incluso publicó un libro, “El Fascinante Mundo del Té” (Ed. Porrúa, 2011), en el que plasma su experiencia y conocimiento para aquellos que desconocen por completo todo acerca de esta milenaria bebida.
Y es que todos sabemos que en una barra de café, hay quienes prefieren otro sabor para pasar la tarde en compañía de sus amigos o seres queridos; ahí el té entra en escena y por fortuna, gracias a la labor de Olivia de participar en los principales fotos y exposiciones relacionadas con la industria de la hospitalidad (cafeterías, restaurantes, hoteles), ha cambiado la perspectiva de muchos empresarios y propietarios de estos negocios, que sustituyeron los sobres por verdadera infusión.
Pero como suele suceder, por casualidad Olivia llegó al mundo del té. Hace poco más de dos décadas atrás, ella dirigía una compañía de banquetes y comedores ejecutivos; su clientela solicitaban tés pero no los que se conocían en el mercado ya que les provocaban malestar, así que empezó una minuciosa búsqueda de infusiones que brindaran buen sabor y excelente calidad: “No querían té de hierbas, porque los hacían sentirse enfermos, así que comencé a buscar otros tipos por todo México con pocos resultados. En un viaje que hice a Suecia me topé con una tienda y ahí encontré lo que me necesitaba”, recuerda Oli.
Sería en 1995 cuando emprendió con ayuda de su familia su primer negocio, “Té Gourmet” y un año después, junto a su esposo crearon su nueva empresa que para 1999 se llamaría Euro Té. A partir de entonces, transformó la visión de los tés y tisanas en el mercado nacional al ser pionera en importar productos frutales ya que como se sabe, en México la producción de té es ínfima.
A la fecha, Olivia mantiene en su empresa una plantilla de más de 65 colaboradores, 12 distribuidoras en todo el territorio nacional y más de 155 sabores de tés y tisanas a disposición del público en más de 5 mil puntos de ventas que van desde barras de especialidad de café y té, hoteles, restaurantes, fuentes de sodas y tiendas departamentales y autoservicio. A la fecha, exporta a Colombia y Guatemala y en breve espera abarcar todo Centro y Sudamérica.
¿Cuál es el secreto? En realidad no lo hay; Olivia Medina privilegia la calidad para satisfacer un mercado que a poco más de dos décadas de distancia, ya es conocedor y exigente: “Importamos producto de Alemania, donde están los mejores expertos en mezclas frutales, elaboradas con los mejores ingredientes cien por ciento naturales de todo el mundo. Los tés son auténticos y puros de origen, de los principales productores globales que son Japón, China e India”, explica Medina.
Olivia Medina logró con su impulso a la industria del té no sólo consolidar su presencia en el mercado sino que se aprobara por las autoridades comerciales de México que la palabra “infusión” se designe a las bebidas que no derivan de la planta del té. Acorde a su creencia que “una buena taza de té sólo se consigue preparándola correctamente”, parte de su tiempo lo dedica a dictar talleres, organizar catas y en exposiciones como Expo Café, presenta espacios interactivos con la gente, donde enseña de manera divertida todo lo relacionado al fascinante mundo del té.
Por todo lo anterior hay que decir: Olivia, bien hecho. ¡Brindemos con un té!