En contexto, la caficultura mundial del café está en crisis.

¿Cómo es que México ha llegado a este momento tan decisivo para la cafeticultura? ¿Qué ha cambiado?, ¿qué se ha perdido?, ¿cuáles son las enseñanzas de esta crisis? Son algunas interrogantes que obligan interpelar a uno de los hombres más empapados en el tema de café de México y el mundo, el Dr. Felíx Martínez Cabrera, Presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Café, (ANICAFE), quien concedió esta entrevista para el Mundo del Café, La Revista.
En contexto, la caficultura mundial del café está en crisis. En mayo los precios del café cayeron a su punto más bajo en una década y hasta hoy sigue sin repuntar, encontrándose en un nivel de USD$92.70/100 libras de café arábico, y de USD$1,307/ton el café robusta en la bolsa de Londres. Esta caída se debe en gran parte a los dos años de excedentes por parte de Brasil, el mayor productor del mundo, lo cual tuvo un fuerte impacto en los cafetaleros de todo el orbe al introducir más de 7 millones de sacos de café sobre el consumo mundial.
Por otra parte, “la devaluación del Real Brasileño y el ciclo de producción del grano en dicho país son factores adicionales que contribuyen al desplome de los precios. Todo ello obviamente perjudica a México por su baja productividad en campo”.
Los países productores y consumidores se reunieron en Londres recientemente, al igual que en el 2do. Foro Mundial de Productores 2019 en Campinas Brasil, constatando en dichas reuniones que el mercado está dominado por Vietnam y Brasil, ambos países con alta producción de café y por tanto, los precios mundiales dependen en gran parte de su actividad e influencia en el mercado.
El tercer lugar mundial de producción que es Colombia tiene una posición diferente, si bien ellos tienen niveles de productividad buenos y estandar de calidad más alta como país, se ven afectados por mayores costos que los otros dos países. Hasta el momento, ambas reuniones en las cuales se discutieron diferentes medidas para mejorar el precio en el mercado, incluso la posibilidad de salirse de la bolsa, al final no se llegó a una condición de consenso. Es conveniente puntualizar que Vietnam y Brasil no reciben subsidios económicos directos de sus gobiernos, con la excepción en el segundo caso, de créditos a baja tasa de interés.
El directivo expresó en el caso de México que paradójicamente el consumo del aromático crece año tras año, debido a un mayor conocimiento del consumidor por lo que cada vez se paga más por una taza, sin embargo, este boom que vive el sector no se traslada a toda la cadena productiva. Si bien las variables de precio al consumidor nacional van desde $0.70 a $25.00 M.N.
Y aunque el panorama parece no mejorar, Martínez Cabrera asegura que México tiene un alto potencial para salir de esta crisis, ya que cuenta con cafés muy buenos, algunos de ellos, entre los mejores cafés del mundo: “La prueba es que en cada edición de Taza de Excelencia México, así como la tasa Yara Champion, siempre hay cafés con calificaciones entre 86 y 94 puntos Q Grader, por lo que una opción, como ya mencionado, es entrar al merecado de cafés diferenciados de alta calidad, lo que requiere de mucha dedicación y empeño”, apuntó.
Otra opción que destaca el Presidente de ANICAFE, es que los propios productores y caficultores, busquen opciones en las nuevas barras y cafeterías, no sólo de la Ciudad de México, sino de otras localidades que van culturizandose dentro de esta rama, así como un posible despertar en la cadenas hoteleras y restauranteras.
“El segmento de café de especialidad está más desarrollado ya que los consumidores prefieren calidad y sabor antes que precio; en el caso de los millenials, han dejado de ver al café como una inyección de cafeína para convertirlo en una experiencia, por lo que es un gran campo que beneficiará mucho al café mexicano, y siempre las crisis nos exigen a dar más de lo que tenemos y somos, no tenemos de otra”, animó.
De igual forma, el Dr. Félix Martínez sugiere educar al consumidor, pues la demanda sigue al alza. Actualmente, el consumo per cápita de México es de 1.5 kilogramos, el café soluble sigue a la cabeza del gusto de los mexicanos, pero ya la diferencia es mínima. “Estudios de mercado indican que el lugar donde los mexicanos prefieren beberlo es el hogar, por ello mantiene el liderazgo en el mercado nacional. Sin embargo, el consumo de café molido ha ido aumentando debido a su presencia en tiendas de conveniencia, autoservicios y muchas barras de café. Además, aquí la responsabilidad de baristas y comercializadores es destacar los valores del café de procedencia para influenciar la decisión de las nuevas generaciones, es decir, llevar el rostro del café a la taza es necesario para que el consumidor valore lo que bebe. La diferencia sin discusión la hace el consumidor”, expresó Martínez.

Y lo más importante para este especialista, es que el productor esté informado del mercado, sus posibilidades y los procesos para mejorar su calidad, pues muchas veces está en manos de supuestas organizaciones y cooperativas (algunas no confiables si bien, no todas), pero no tienen información sobre el precio de la bolsa, el mercado nacional, las oportunidades, datos necesarios para quienes buscan comercializar su café de una mejor manera y no les brindan ese acercamiento”.
Los que estamos en el negocio del café, desde su producción primaria hasta el consumidor, sabemos muy bien de muchos actos de corrupción que han ocurrido en la cadena en años pasados y que no ha sido sancionados. La nueva política del Gobierno de entregar individualmente a cada caficultor su estímulo para producir, deriva de lo mencionado anteriormente, lo que se tiene que asegurar es que sea aplicado conforme a las reglas de operación y que se pueda medir el efecto en la productividad.
Para el titular de los industriales del aromático mexicano, otra coyuntura es que los cosechadores ya son mayores de 60 años de edad y sus parcelas son pequeñas, por lo que, se mantienen en ellas y no pueden sustentar a sus descendientes quienes ya no continuan con esta actividad. El campo se pierde por falta de interés y arraigo o por condiciones económicas, provocando la migración.
“En mi experiencia, quienes han sobrevivido a las crisis han sido los caficultores pequeños, el que es cosechero, pues su producción se mantiene sin inversiones extraordinarias, es decir, sin pagar a un personal externo, o solventar cuestiones administrativas. No así el caso de los productores medianos y grandes, cuya productividad es más alta pero sus costos son mayores. El productor hoy tiene que capacitarse e involucrase en sus intereses, somos una cadena fuerte y tenemos que mostrar unidad y fortaleza por el bien del campo mexicano”, añadió.
Cabe destacar que la Asociación Nacional de la Industria del Café, A.C. se fundó en 1976 por un grupo de empresas privadas dedicadas a la fabricación, comercialización y exportación de café soluble, tostado y molido, con el fin de contar con un organismo específico que concentrara los intereses de esta rama industrial. En la actualidad, está integrada por 38 empresas muy importantes que benefician café cereza, fabrican y comercializan para el mercado nacional y la exportación café soluble, tostado y molido y descafeinado, proporcionando una gran parte de ellas asistencia técnica a los caficultores que les avastecen.
“Durante este nuevo mandato, no solo las instituciones como ANICAFE, sino también otras organizaciones, tendremos que ajustarnos a las nuevas normas y trabajar por el sostenimiento de nuestro sector”, finalizó Félix Martínez.