Grupo Terruño Nayarita, ha cambiado el rostro de cientos de productores, con mayor calidad y precios diferenciados.

TEPIC, NAY.- La rastreabilidad es una necesidad del comercio actual y en el café es un valor agregado a la calidad en taza; conocer prácticamente desde la parcela hasta nuestro paladar todo el origen del grano ya no es un lujo.
Desde hace dos décadas existe un sistema de gestión de calidad del aromático, FincaLab, que ha ido más allá al proporcionar a los caficultores las herramientas que garantizan la eficacia total de su producción, cien por ciento rastreable y con la posibilidad de reducir al mínimo los defectos.
Cuentan con un laboratorio portátil profesional para usarse en el campo, además del software que registra todas las características del café, desde el terreno hasta la curva de tueste, así como análisis físicos y sensoriales. Y para conocer más a detalle su know-how, visitamos a su génesis: Cafés Sustentables de México.
Fueron dos días en que El Mundo del Café visitó las instalaciones y las fincas beneficiadas por el sistema FincaLab, acompañados y asesorados por el equipo de Cafesumex, encabezado por su creador, James Kosalos, personaje emblemático en la caficultura nayarita; de origen griego, en cuanto llegó a estas tierras en la década del 90 del Siglo XX y probó una taza de aromático local, quedó prendido a grado tal que se estableció aquí. En 1998, dio inicio a Fincalab.
“FincaLab proporciona de extremo a extremo la rastreabilidad del grano, desde la parcela hasta los sacos de café verde, con su número de serie y su código de barras; cada saco es rastreable a través de Internet en www.trackyourcoffee.com. Además, el sistema está amparado por Certificadores que requieren la rastreabilidad completa, lo que ayuda al productor a manejar y mejorar la calidad y seguimiento completo de su cosecha” explica James.
Kosalos asegura que el sistema lo diseñó para ayudar a los productores a mejorar sus procesos, lo que por ende mejora la calidad de sus granos:
“Luego de muchos años de trabajo conjunto, vimos que el productor no maneja el concepto de mejora de métodos, pensaban que el café es un producto artesanal, pero al final les convencimos que por el contrario, es manufacturado y por ello, poneN atención en cada etapa para mejorar ya sea el color y la calidad y eficientar la producción. Esa es la razón del origen de Cafés Sustentable y del sistema FincaLab”.
Empoderamiento y precio diferenciado, a través de la calidad.
Marcela Ladrón de Guevara; abogada administrativa en Cafés Sustentables de México y asesora jurídica de Grupo Terruño Nayarita, compañía hermana que se encarga de organizar las agrupaciones caficultoras para la comercialización de sus granos, nos explica que su visión es entusiasta y empática con los productores con los que colaboran y muestra sensibilidad para empoderarlos con precios diferenciados, acorde al esfuerzo que emplean en obtener su mejor café.
“El proyecto se constituye de forma vertical, por lo que trabajamos con seis sociedades productoras rurales de Tepic, que en conjunto albergan cerca de 600 caficultores; a la par, tenemos un proyecto a prueba para que ingresen otras colectividades de otros municipios del mismo Nayarit” explica Marce, que recalcó con orgullo que la sociedad que visitaremos está constituida por mujeres que con pasión y entrega cuidan los plantíos. Esta parte le llena de orgullo y añade que la producción de Grupo Terruño Nayarita se exporta a Inglaterra, Australia, Estado Unidos, Canadá y algunos sacos a Grecia, con pagos muy por encima de la media por su calidad y rastreabilidad: “Grupo Terruño clasifica la cereza desde que entra en recepción para detectar su calidad y sale de Nayarit cien por ciento rastreable por medio de código de barras en trackyourcoffee.com”, añade Ladrón de Guevara.

¿Y qué tan confiable es la rastreabilidad de cada grano? Marisol López Sánchez, encargada del área en CSM nos elimina cualquier duda: “Durante el empaque del producto generamos su etiqueta con código QR que al escanear, nos manda a la página web trackyourcoffee y nos arroja toda la información de ese café, desde su procedimiento, si es orgánico o convencional, es producido por mujeres, su altura, nombre de la parcela y del productor, tipo de beneficiado, laboratorio en que se evaluó, su calidad y tonalidades en taza. En fin, toda la rastreabilidad está garantizada con el software de FincaLab”. Mejor, imposible.
Dicho lo anterior, partimos a La Yerba, poblado montañoso con 900 MSNM y a escasos 20 minutos de los límites de Tepic. La carretera bordea sobre laderas y el paisaje inunda la vista de azul y verde, los colores de la biodiversidad que acompaña a un clima húmedo, ideal para el cultivo de café.

Buenas prácticas por amor al café
Un pequeño camino pavimentado precede a un zaguán rojo cuyo lustre ha quedado atrás por el inexorable paso del tiempo. Tras las puertas, cientos de cafetos nos reciben junto con una decena de féminas armadas con canastos; saben que llegaron los “chilangos del reportaje” y tímidas, pero dispuestas a colaborar con nosotros, nos muestran la pisca de los cerezos maduros con un rojo rubí que deslumbra entre tanto verdor.
Andrea Flores de la O, es la presidenta de la Sociedad de Astal, integrada sólo por mujeres –9 líderes y 36 productoras– y lleva la voz ante Cafesumex y GTN. Con franqueza que sólo el trabajo digno brinda, asevera que el sistema FincaLab les ha resultado muy benéfico:
“Por lo regular los coyotes nos daban un precio bajo, pero siendo dueñas de nuestro café y al adoptar el sistema, cosechamos con los mejores estándares para tener un precio mayor. Tenemos principalmente granos criollo, mundo novo, marsellesa y garnica y contamos con nuestro vivero con pies de plantas para desarrollar nuevas variedades. Por eso nos agrupamos, porque además de excelente calidad, queremos el precio justo por el esfuerzo y contar con el sistema de FincaLab se valida ese esfuerzo”.

Ahora vamos al receptor de los granos en una casa cercana. FincaLab ha desarrollado tal performance con los productores, que han dividido la calidad de los cerezos acorde a su tamaño y características. Todo se pesa, se revisa para eliminar los defectos y se coloca en una especie de mini beneficio seco, donde el caficultor José Real Vergara Martínez y su familia, se encargan de registrar todo.
“Nos encargamos de la recepción del café y debe cumplir algunos requerimientos, se le revisa, se pesa y se evalúa acorde a una tabla de colores que indica que el cerezo es inmaduro, verde, pintón u óptimo para corte; esta tabla se definió por varios factores como su calidad o mínimos daños por broca. Todo ha mejorado gracias al uso del FincaLab, tanto en la utilidad y en la organización de los productores, estamos mejor coordinados a través de Cafesumex y GTN que nos han capacitado. Nos benefició bastante porque vendemos libre y recibimos mejores precios y la calidad se eleva de esta manera porque a exportación llega el mejor café de Tepic y de la comunidad de La Yerba” precisa orgulloso José.

La importancia de una certera evaluación
Apreciamos cómo el equipo evalúa la calidad en taza de cada una de las muestras que reciben, en una cata con el protocolo del SCA y del CQI, encabezado por Carlos Bustamante Jáuregui, encargado del área. Acompañado de dos estudiantes extranjeros que acuden por medio del programa de intercambio de FincaLab para adquirir experiencia con los cafés aztecas, Carlos destaca la funcionalidad del laboratorio del sistema, que aún siendo portátil puede replicar los procedimiento que atestiguaremos en cualquier lugar, ya sea en la finca o donde sea, debido a que cuenta con todas las herramientas para una evaluación formal.
“En cuanto llegan las muestras, revisamos que su información esté completa, evaluamos el estado físico del café, su humedad, los defectos, separamos por cribas, vemos rendimientos y si encontramos defectos como daños, mordidos parciales o brocas severas, damos solución inmediatas a los beneficios, hacer las reparaciones de las máquinas y seguir el control de los procesos. Y en taza es igual, checar en las catas si hay defectos para retroalimentar a los beneficios húmedos, ver si están clasificando bien y si siguen nuestros procesos. Mantenemos una continua retroalimentación tanto con productores y cada uno de los operadores de las plantas de procesamiento” explica Bustamante.

Próximos a salir a El Cuarenteño, James Kosalos señala que a la fecha trabajan con 600 productores organizados en 8 sociedades productivas, así como otros 700 en Etiopía, a través de una agrupación llamada Asikana, ubicada en el centro del país africano y del mismo modo, tienen colaboración con otras dos sociedades cafetaleras en Perú.
Al respecto, Marcela Ladrón de Guevara indica que 90 por ciento de la producción total de GTN se va a exportación y el 10 por ciento restante se queda aquí, aunque lamentó que el mercado mexicano no paga ese esfuerzo diferenciado de los productores.
“Nuestro proyecto trata de resaltar que el café es un producto manufacturado y que los productores pagan maquilas, fletes y hacen un esfuerzo para ofrecer sólo calidad, desde separar los cerezos en verdes, inmaduros y brocados hasta el momento de exportarlos, así que si México no paga lo que vale o el precio de la bolsa es muy bajo para nuestra calidad, optamos por ofrecer un café diferenciado que se manda a otros países que si pagan este valor del trabajo del productor y su calidad en taza. Así lo hacemos desde hace 20 años y el impacto sigue creciendo, tan es así que el productor no solo tiene la materia prima y el control de los procesos, sino que ya trabajamos en una bio fábrica que les permita tener sus propios insumos y no depender de terceros”, señala Marce.
En El Cuarenteño visitamos dos beneficios secos que los asociados al sistema tienen para manejo de sus cosechas; uno de ellos, en Compostela, cuenta con bodega, despulpadora y camas de beneficio; ahí Sandra Estrada Cruz, receptora-capturista, comenta la practicidad del uso del software de FincaLab para el registro del café: “Lo veo muy práctico; antes hacíamos todo manual pero desde que nos lo instalaron nos permite tener toda la rastreabilidad. Nos dan una capacitación y es muy práctico de usar”.

Dos días de mucho aprendizaje y mayor admiración al esfuerzo de James Kosalos por brindar un sistema como este, que cubre a la perfección el concepto de calidad y rastreabilidad. Antes de partir de Tepic, James añade porque preferir su sistema:
“Si la sociedad cafetalera lo utiliza, maximiza su valor con eficiencia en los procesos y con calidad. En Cafés Sustentables estamos listos para trabajar con los cafetaleros en cualquier parte del mundo. Al final, el sistema FincaLab es el punto clave para que toda la organización se enfoque en el control de los procesos y la calidad para maximizar su valor”.
Más informes: www.fincalab.com, www.cafesumex.com y www.gtnay.com
Instagram: https://www.instagram.com/sancristocafe/?hl=es

