
No sorprende que el café es una bebida que a lo largo de los años ha sido sometida a diversos estudios para validar sus beneficios al organismo, con resultados asombrosos; tomarlo por las mañanas no sólo aporta un incremento de la energía y la atención sino que en el caso de los mayores de 60 años también les protege de diversos malestares propios de la edad; particularmente, se sabe que se ha vuelto en eficaz previsor de enfermedades degenerativas como lo avala el informe del Instituto Científico de Información del Café, publicado en Coffee & Health en 2019, que afirma que la cafeína es gran aliada en la lucha contra Alzhéimer y Parkinson, males que no tienen cura al momento.
Según el informe “Epidemiología e impacto en la demencia” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que para el año 2030 aumentarán los afectados de Alzheimer de 45 millones actuales a 75 millones y en 2050 hasta 135 millones.
En tanto, los que sufren Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más común relacionada con la edad, cuenta con un estimado global de 7 millones de afectados y la incidencia de caso aumenta conforme avanza la edad del paciente, del 1 por ciento en los mayores de 60 años al 4 por ciento de la población con más de 80 años, tal como constata un estudio publicado en “The Lancet Neurology”.
Por ello, la recomendación de que los mayores de 50 años mantengan la costumbre de beber una o dos tazas diarias de café en si desayuno, permitiría retrasar la aparición de ambas enfermedades.
Pero no solamente en ese sentido el café auxilia en una mejor calidad de vida en los adultos mayores; recientemente un informe conjunto entre la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el CIBERESP y el IMDEA de Alimentación en un trabajo publicado en la revista “The Journal of Nutrition”, en el que dieron seguimiento a 718 consumidores de café mayores de 60 años de toda España, concluyó que la bebida puede formar parte de un estilo de vida y una dieta saludables y si se invierte la ecuación, la buena salud favorece su ingesta.
Asimismo, científicos de la Universidad de Tecnología de Chalmers (Goteborg, Suecia) llevado a cabo en 2019, mostró que el café filtrado puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta el 26.8 por ciento de todas las personas mayores. Otro estudio británico realizado en 2020 en la Universidad Anglia Ruskin, indicó que las mujeres que beben dos o tres tazas de café al día tienen menos grasa corporal y abdominal total, algo que, más allá de la estética, favorece la buena salud cardiovascular.
Mantener un consumo moderado de café tiene efectos beneficiosos sobre la calidad de vida de las personas mayores y, si no existe una contraindicación específica, no hay ninguna razón para prohibir esta bebida por sus múltiples efectos benéficos sobre el organismo. Estimula, disminuye la fatiga y podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas. Pero, ya se sabe, todo exceso es malo en cualquier caso.