Rococó Banco Cultural del Café: el reinicio de la aventura de sabor y saber

Miriam Apolinar Sánchez

Como el ave fénix, la legendaria barra llega a Córdoba para continuar y ampliar su labor de divulgar la cultura del café en sus nuevas instalaciones en el corazón de la ciudad veracruzana.

Miriam Apolinar Sánchez

La evolución es un concepto inevitable en el devenir de las personas y naciones. En algunos casos, las coyunturas históricas que se viven obligan a transformarse, reinventarse. Así se puede definir el momento actual de una de las barras más legendarias del café de especialidad mexicano: Rococó, que hace una década ha sido guía de miles de amantes de la bebida en su incursión temprana a este maravilloso mundo del grano premium.

Ahora, cual ave fénix resurge nada menos que en la ciudad donde inició todo en el Siglo XVIII con la llegada  del primer cafeto a territorio de  la entonces Nueva España: la veracruzana Córdoba, donde Manuel García Estrada, plantea un nuevo germen de sabor y saber en sui nuevo espacio: Rococó Banco Cultural del Café, en la Calle 2, entre Avenidas 2 y 4 de esta ciudad jarocha.

Enclavado en el corazón de la ciudad eminentemente cafetalera, Manuel explica este traslado hacia Veracruz y el compromiso de replicar en los cordobeses lo mismo que logró en la CDMX:

“Como saben, fuimos la primera barra con el concepto de educar al consumidor sobre la cultura del café de especialidad de manera permanente; entendimos que no podíamos venderlo si no construíamos un consumidor que comprendiera su taza, así que innovamos al platicar con el cliente y explicarles todo acerca de lo que iba a ingerir, para generar y difundir la cultura del café de especialidad. Ahora, a diez años de haber creado esa identidad en la colonia Condesa de la CDMX, iniciamos una nueva era desde este septiembre en la capital del café, Córdoba, en un espacio más grande y con una evolución tanto en imagen, concepto y eso ha sido todo un reto”.

Manuel señala que buscan principalmente continuar con su labor de educar al consumidor pero a la par, también dar información tanto a productores y baristas, amén de ampliar su agenda cultural que ya manejaba en la CDMX, donde celebraban presentaciones musicales e incluso óperas y exposiciones, siempre de la mano del café de especialidad.

Para que en Córdoba el impacto sea incluso mayor, cuentan con un espacio mucho más amplio pero con un sentido de mayor cercanía con el productor, a tal grado que a tan sólo 15 minutos de su local están muchas de las fincas cafetaleras del municipio. Y por encima de dodo, el mayor compromiso de Rococó Banco Cultural del Café es insistir en consumir café mexicano de especialidad.

“Rococó siempre ha vendido cafés mexicanos de especialidad de prácticamente todas las regiones cafetaleras y en cuanto a mezclas internacionales sólo hemos manejado geshas. Ahora, de cafés exclusivos de Veracruz, hemos apostado desde siempre por los de las Altas Montañas, en la zona centro de la entidad, los cuales han tenido buenos desempeños en competencias como Taza de Excelencia México y ha ganado premios y reconocimientos en Europa. Pero, independientemente de todo, aquí a Córdoba llegó la primera planta de café en nuestro país, así que nos provoca mucha responsabilidad para difundir el buen café mexicano” añade García Estrada.

Ahora bien. La mudanza de Rococó a Córdoba también tiene su caris de resistencia; Manuel no oculta su malestar por las medidas restrictivas dictadas en el inicio de la contingencia sanitaria del COVID-19,  que afectó seriamente la economía sobre todo de micro y pequeñas empresas, como son las cafeterías y barras de especialidad. Por ello, expresa su sentir: “Como empresario condeno que se decidiera cerrar los negocios al inicio de la pandemia, no me pareció que se justificara y ahora nos dimos cuenta que todos esos avisos alarmistas que se hicieron no lo eran tanto y sólo provocaron que muchas barras ya no pudiera subsistir pagando renta e impuestos sin generar recursos y cerraran definitivamente. Por esa causa tuvimos que replantearnos nuestro concepto y mudarnos a Córdoba; la manera en que se afectó a comercios micros y pequeños fue terrible y no me parece justo que se nos tratara así, cuando hemos contribuido mucho a las finanzas del país. Y si bien algunos productores pudieron vender de manera directa su café, eso no representó un repunte significativo del consumo doméstico”.

Pero al final, como dice Manuel, es “el hombre y sus circunstancias”, el momento les obligo a replantear el concepto y hacia donde debía seguir Rococó, hecho que no estuvo libre de mucho esfuerzo, trabajo y de hacer rendir al máximo los recursos que pudo ahorrar durante la reclusión sanitaria y despojado de filosofías motivacionales de moda, confía en que el renacer de Rococó ahora como Banco Cultural del Café en Córdoba, consolide el valor que esta barra tiene en el mercado mexicano del aromático de especialidad como promotor y divulgador de su cultura.

“La necesidad de sobrevivir y ver cuál es nuestro papel y hacia dónde debe ir Rococó nos ha dirigido a un camino nuevo y nada fácil, pero un cambio de esta magnitud nunca es sencillo, sin embargo llegamos a la entisad que ha impulsado conceptos como la celebración del Día del Barista y que vio nacer al Coffee Fest, el festival para café más grande del mundo Eso nos da una visión diferente de lo que queremos lograr y, aunque empezamos de cero estamos listos para lograrlo y que la gente consuma y defienda su café mexicano, el cual pasa por tantas manos y que muchas personas dependen de él” añadió Manuel, quien aprovechó para informar que el próximo 23 de septiembre reciben su primer evento cultural con el fandango del 15º Encuentro del Son Jarocho, por lo que se dijo orgulloso de apoyar festivales que celebran la mexicanidad.

Cierto, como el ave fénix, Rococó Banco Cultural del Café sigue avante en su encomienda de brindar el mejor café y divulgar su cultura. Éxito y larga vida…